En la evolución de un niño a menudo se detectan carencias en el desarrollo de capacidades que son básicas para conseguir un buen rendimiento académico y social. Por eso, la intervención de un psicólogo es necesaria para reconducir y estimular estas capacidades que están deterioradas o poco desarrolladas.
La reeducación va dirigida a trabajar de forma individual mediante ejercicios de estimulación estas capacidades que están deterioradas o inmaduras. No nos centramos única y exclusivamente en el desarrollo académico, sino que también intervienen en los factores emocionales y conductuales relacionados con los procesos de aprendizaje. Trabajamos sobre la mejora de la autoestima, la autonomía, la percepción de la autoeficacia, la motivación y aquellos comportamientos y hábitos que facilitan una adecuada rutina del estudio o trabajo.
Los trastornos más comunes donde podemos intervenir son:
- problemas de atención y memoria, dificultades de concentración
- técnicas de estudio y método para mejorar el rendimiento escolar
- entrenamiento en habilidades sociales: mejora de las relaciones sociales
- tratamiento combinado terapia-reeducación para trastorno de hiperactividad con o sin déficit de atención
- entrenamiento en habilidades cognitivas básicas: resolución de conflictos
- razonamientos matemáticos, agilidad de pensamientos, ...
- retraso a nivel madurativo
- niveles de inteligencia superior – altas capacidades
- dislexias y problemas de lateralidad cruzada
- orientación temporal y visoespacial